LIBERTAD

Roxana Bataz A.



Atardecía...
caían gotitas de sudor sobre mi cara,
recordando todas las cosas bonitas que hay en la vida,
el mar, el sol, la luna, los ríos, el calor,
el frío, amor, alma y corazón.



Tantas cosas bonitas por ejemplo:
los recuerdos, entre ellos mi familia;
y en mi tierra los amores,
¡cuanta juventud quedó!, volviéndose gran vejez
ausencias enormes que abarcan sencillez,
murieron para siempre las pasiones,
lloraron desolaciones mis ojos.


Se volcaron inauditas mis verdades,
y callaron para siempre mis errores,
guardando en un bolso los cosméticos,
aquellos que dibujaron los mil detalles,
encendidas de fulgor mis mejillas,
adornándose la adolescencia más querida,
se opacaron de lágrimas los ojos,
aquel tenue color de piel se sazonó,
ahora es vil despojo de una olvidada sociedad.



Perecieron muchas ilusiones,
se ahuyentaron las creaciones,
solo un perfil dibujado, un retrato
viejo y empolvado.


Aquellas finas facciones se tornaron
mancilladas por la edad,
caduco el pensamiento,
ya acabado por tanta mortandad,
¡vaya se acabaron las creencias!
ahora inmoralidades son,
tontos, pobres, viejos y mancillados
van por ahí gritando libertad.